lunes, 10 de noviembre de 2008

CULTURA





EL TRISTE CERVANTINO

Cuando yo era muy joven y vivía en provincia, soñaba con ir al "Festival Internacional Cervantino" "FIC" y portar un gafete de participante... El sueño se cumplió este año.

Cuando yo era muy joven, iba al Cervantino cada año, aprovechando el hospedaje gratis que -amigos incluídos- me proporcionaban mis tíos que vivían en Guanajuato.

Cuando yo era muy joven, no íbamos al Cervantino a beber; no había tiempo ni ganas, porque la oferta cultural callejera era interminable. Recuerdo haber visto un sin fín de eventos internacionales oficiales en las calles, en las plazas, en las escalinatas del Teatro Juárez: Jazz Canadiense, mandolinas indias, marionetas italianas. Era sorprendente. Música por doquier, espectáculos que comenzaban a cualquier hora, gratis o muy baratos. Cuando llegaba la noche, estábamos agotados, felices. Compartíamos una bebida en un pepsilindro y nos íbamos a dormir con el corazón regocijado.

Les presento arriba la foto de la oferta cultural callejera del Cervantino actualmente.

Fuí como participante de un espectáculo cuyos boletos costaban casi 300 varos. Demasiado para la banda que ya pagó su pasaje. Las calles estaban repletas, pero nosotros, en tres funciones que dimos, nunca tuvimos el teatro lleno.

Caminando por las calles, con mi gafete de participante, encontraba un montón de jóvenes que deambulaban y me detenían para preguntarme "Perdona... ¿Sabes si hay algo gratis?", o el domingo a mediodía: "Oye...¿Hay algo que ver?". No había nada.

Hace mucho que no iba al Cervantino, pero me sorprendió que no había nada para ellos, excepto esperar a la noche para tratar de entrar a la Alhóndiga o intentar ver lo de Pastitos que era gratis, pòrque todo lo demás no lo podían pagar; me sorprendió ver las escalinatas del Teatro Juárez que antes era un foro, protegidas por vallas para que no se sentara la banda (no las vayan a ensuciar) y entonces, claro... el Cervantino ha convertido a Guanajuato en una cantina de cuarta, porque no queda más que beber y recorrer las calles con las "estudiantinas"...

Y me pregunté "¿Para quién carajos es el Cervantino?" Si mi memoria no me falla. Este Festival nació del teatro callejero. Un grupo de chamacos de la Universidad, dirigidos por un maestro, comenzaron a montar en la Plazuela de San Roque unos entremeses que todos veían... así nació.
Ahora parece que se ha convertido en un evento elitista, que para ser elitista está bastante jodido... parece que no es más que una estadística, que para ser estadística como toda la cultura oficial, está bastante pinche, porque los eventos no están llenos y el presupuesto es cada vez más raquítico y la infraestructura más insuficiente. Eso sí... ¡HARTOS POLICÍAS! practicando redadas y levantando chamacos medio muertos.

Las autoridades culturales se paran el cuello con un par de eventos que no están al alcance de la banda, por lo que parece que de Festival cada vez le queda menos, de Internacional, un par de cosas y de Cervantino...

Mah! Ya no digo más. Triste, triste, triste. Me pasé la mañana sorteando chamacos tirados en el piso que la noche anterior vendían besos para comprar chupe porque no había nada que hacer, nada que ver, nada que escuchar.

Viva la cultura oficial.